FORMA DE ESCRITURA  El idioma del pueblo diaguita era el kakán, que según las fuentes se lo llama también kaká, caca, kaka y chaka. Es una lengua, como se menciono antes, actualmente extinta, de la que se conservan topónimos y otras escasas palabras en el habla coloquial de los habitantes de las zonas del norte de Chile, Argentina y sur de Bolivia.
Se hallan grafías que corresponden a sonidos de varias series. Pertenecen a la serie labial p, b, f, m.  La b parece corresponder en la mayoría de los casos.
• Se encontró una tabla con palabras en kakán y se descubrió que no se hacia una fricción oclusiva labial. Ej.:
• Caliba / Caliva / Caliua, Aballay / Ayallay / Auallay, Santaba / Santagua.
• Se empleaban la ch, sh, ñ y ll.
• Hay una fluctuación gráfica entre sorda y sonora (la cual debe originarse en la tradicional mala audición de los españoles frente a las lenguas indígenas), la correspondencia entre ch y t, y la existencia de grupos consonánticos no usuales en español, como -pc- (-bg-),-mll-, -ms-, -dp-, chc-, -shc-, lc-, -llj-, -llm-, -cch-, -cll-, gp-, -js-, -jt-, -jch-, -jc-, jl-, ll-, -jñ-, -gp-, -gc-.
 PRODUCCIÓN LITERARIAChaya y Pujillay  fue una de las leyendas mas importantes de los diaguitas:
Cuenta  la leyenda que Chaya era una muy bella jovencita india, que se enamoró  perdidamente del Príncipe de la tribu: Pujllay, un joven alegre, pícaro y  mujeriego que ignoró los requerimientos amorosos de la hermosa  indiecita. Fue así como aquella, al no ser debidamente correspondida, se  interno las montañas a llorar sus penas y desventuras amorosas, fue tan  alto a llorar que se convirtió en nube. Desde entonces, solo retornar  anualmente, hacia el mediado del verano, del brazo de la Diosa Luna  (Quilla), en forma de rocío o fina lluvia. En tanto Pujllay sabiéndose  culpable de la desaparición de la joven india, sintió remordimiento y  procedió a buscarla por toda la montaña infructuosamente. Tiempo  después, enterado el joven del regreso de la joven a la tribu con la  luna de febrero, volvió el también al lugar para continuar la búsqueda  pero fue inútil. Allí, la gente que festejaba la anhelada cosecha, lo  recibía con muecas de alegría; el por su parte, entre la algarabía de  los circundantes, prosiguió la búsqueda con profunda desesperación,  aunque el resultado totalmente negativo. Por ello, derrotado, termino  ahogando en dicha soledad, hasta que luego, ya muy ebrio, lo sorprendió  la muerte. Ch'aya (en quichua: "Agua de  Rocío") es símbolo de la perenne espera de la nube y de la búsqueda  ancestral del agua. (Algo que no abunda en La Rioja y es vital); y  "Pujllay", que significa: "jugar alegrarse", quién para estos carnavales  vive tres días, hasta que es enterrado hasta el próximo año.
 
Otras de las leyendas más conocida fue: Los Pétalos de la Rodocrosia
Tras  largos días y noches de andar, el chasqui alcanzó el último tramo del  camino que conducía a la morada del Rey Inca. Llevaba una singular  ofrenda destinada al gobernante: tres gotas de sangre petrificadas, el  precioso hallazgo fue recibido con mucha emotividad. En el Lago  Titicaca, en tiempos pasados, se había construido el templo de las  aclas: las vírgenes sacerdotisas del Inti. En ese sitio se encontraban  anualmente el sol y la luna para fecundar los sembrados y asistir a la  sagrada elección de quien heredaría la responsabilidad de perpetuar la  sangre inca. Un día el invencible guerrero Tupac Canqui se atrevió a  ingresar al sagrado templo, desafiando la tradición incaica. Desde el  momento en que descubrió a la bella Ñusta Acla, nació su amor por ella.  La sacerdotisa lo correspondió, consciente de ignorar las restricciones  del Tawantinsuyo para las elegidas. Juntos, escaparon hacia el sur,  buscando proteger el vientre de la Acla lleno de vida. El poder imperial  bramó y destinó infortunados grupos armados a castigar a los culpables  de la transgresión. Tupac Canquí y la Ñusta Acla se instalaron cerca del  salar de Pipando, donde tuvieron muchos hijos descendientes de los  Aymarás, que fundaron el pueblo Diaguita. Sin embargo, jamás lograron  deshacerse del hechizo de los chamanes incas. Ella falleció y su cuerpo  fue sepultado en la alta cumbre de la montaña, él murió poco tiempo  después, ahogado en su triste soledad. Una tarde, el chasqui andalgalá  descubrió la tumba de la Ñusta Acla impresionado por ver cómo florecía,  en pétalos de sangre, la piedra que la cubría. Rápidamente salió del  estupor y arrancó una de las rosas para ofrendar al rey inca. El jefe  del imperio, aceptando con emoción la flor de la Rodocrosia, perdonó a  aquellos antiguos amantes furtivos. En adelante, las princesas de  Tiahuanaco lucieron con orgullo trozos de la piedra rosa del inca,  símbolo de paz, perdón y amor profundo.
 
 
huihoi
ResponderEliminarnose entiende nada
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